Los movimientos, sindicatos y partidos convocantes señalan tres demandas fundamentales: la inmediata renuncia del actual presidente Jovenel Moïse del partido PHTK, principal aliado de los Estados Unidos en el país; el juicio y castigo a la clase política haitiana por el desfalco de 3.800 millones de dólares del tesoro público; y el apoyo al gobierno de Nicolás Maduro y el rechazo a la injerencia norteamericana en los asuntos de la región.
Dirigentes sociales de ALBA Movimientos y Via Campesina señalan además la creciente carestía de la vida, la falta de combustibles en todo el país por la deuda contraída por el Estado haitiano para con la empresa importadora, el incumplimiento de las promesas electorales en relación a un servicio eléctrico cada vez más deficiente y la devaluación alarmante de la moneda nacional frente a la divisa norteamericana, entre otras reivindicaciones. En medio de la grave crisis que atraviesa Haití, el gobierno nacional declaró al país en estado de emergencia económica, lo que reduce aún más las competencias y atribuciones del ya de por sí precario estado haitiano.
Firman el comunicado las organizaciones Konbit La, el Partido Pitit Dessalines, SRN, el Encuentro de Organizaciones Políticas de la Oposición, UCEDDH y personalidades independientes.