Puerto Príncipe, 29 mar (Prensa Latina) Esta capital permanece hoy tranquila, a pesar de la convocatoria de la oposición a fuertes manifestaciones, para exigir la renuncia del presidente haitiano, Jovenel Moise.
Temprano en la mañana, los barrios populosos de Puerto Príncipe, como Carrefour, que usualmente se unen a los movimientos de protestas, realizaban sus actividades normales, sin responder al llamamiento de la oposición.
Desde la víspera, existe una fuerte presencia policial en toda la capital, especialmente alrededor de los puntos estratégicos, como estaciones de gasolina, edificios públicos, comercios, escuelas, industrias y otros.
La falta de cuórum en la movilización antigubernamental de este viernes, resulta un duro golpe para los sectores opositores, que también sufrieron un revés a inicios de marzo, con otro llamamiento fracasado.
Además pone de manifiesto la dependencia de las estructuras políticas a otros movimientos multitudinarios como los Petrocaribechallanger, que desde febrero trabajan con el gobierno con vistas a la conformación de un diálogo nacional.
La reciente acción judicial que ordenó congelar los fondos y bienes de los implicados en el caso de malversación de Petrocaribe, también apaciguó los impulsos de muchos manifestantes.
Esperamos que las acciones prosperen y se consiga la justicia que demanda el pueblo, dijo a Prensa Latina, Yunior Chevalier, joven que ha participado en las últimas movilizaciones, pero que decidió darle un voto de confianza al Estado.
‘Voy a esperar a ver si en realidad avanza este archivo en los tribunales, de lo contrario retomaremos las protestas’, sentenció.
Otros, por su parte, no creen que el actual Gobierno pueda satisfacer las expectativas de la población, e insisten en que las protestas constituyen la única vía para destituir al jefe de Estado, Jovenel Moise.
Por lo pronto las demandas de los sectores opositores son las mismas: renuncia del presidente Jovenel Moise, conformación de un nuevo Gobierno, celebración de una Conferencia Nacional y de un juicio justo en el caso de Petrocaribe.
Sin embargo, el mandatario anunció en febrero pasado que no renunciará al cargo, más aún cuando cuenta con el fuerte apoyo de la comunidad internacional, y el gobierno de Washington.
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