La semana pasada, el mandatario Jovenel Moise nombró oficialmente a Lapin al frente del Ejecutivo, para suceder a Jean Henry Céant revocado del cargo el 18 de marzo último, en una interpelación de la Cámara Baja.
Desde el 21 de marzo el también ministro de Cultura y Comunicación se desempeña de forma interina como jefe de Gobierno, y ya tomó las primeras disposiciones como nombramientos, contratos, funcionamiento interno, vehículos estatales, así como se mostró enérgico ante las protestas antigubernamentales que pretendían desestabilizar el país.
Sin embargo, su designación ya recibió críticas, y algunos señalan que el proceso de ratificación puede estar amenazado por el conflicto entre las dos ramas del Parlamento.
Según declaraciones del diputado Jean Marcel Lumerant, uno de los que propuso la revocación del e x jefe de Gobierno, la interpelación de Céant levantó tensiones entre los legisladores, y esto pude interferir en la validación del nuevo Gobierno.
Su colega de la Cámara de Representantes, Marigot Déus Deronneth, criticó que el mandatario eligiera a un miembro del gobierno destituido y se preguntó por qué ‘esta implacable motivación para fortalecer la mala gobernanza’.
Para la llamada oposición radical, la elección de Lapin no incidirá en la lucha contra el gobierno, por los grandes males que aquejan al país, e insisten en la renuncia del jefe de Estado, así como la celebración del juicio de Petrocaribe, contra los malversadores de los fondos estatales.
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