
Según la plataforma Vant Bèf Info, solo dos ministros renunciantes podrían ser reelegidos y los restantes 16 puestos estarán integrados por personalidades de una variedad de orígenes.
La fuente señala que es necesaria una verdadera sinergia entre todas las fuerzas motrices del país para abordar los problemas a los que se enfrentan sus ciudadanos y proporcionar las respuestas.
Asimismo, indicó que el mandatario extendió sus brazos a sus opositores en una lógica de convivencia.
Moise insiste en el diálogo nacional, como única vía para solucionar la crisis del país, y hasta el momento respondieron favorablemente el Sector Popular, el partido Ayisyen pou Ayiti, Grupo G50, Orientación Democrática para Haití y la Plataforma de los Trabajadores para la Reconstrucción de Haití.
También asistieron a las reuniones en el Palacio Nacional, miembros del Movimiento Cristiano para una Nueva Haití, y del partido Fusión Social Demócratas.
Sin embargo, aún no ha convencido a líderes de fuertes plataformas opositoras como Ayiti An Aksyon, coordinado por el senador Youri Latortue y quien critica la sistemática desatención de las demandas de la población por parte del mandatario.
Otras plataformas como el partido Pitit Dessalines, liderado por el exsenador Moise Jean Charles, Fanmi Lavalas, creado por el exjefe de Estado Jean Bertrand Aristide, y la coalición Sector Democrático y Popular también declinaron la propuesta del presidente.
Por su parte, el primer ministro interino Jean Michel Lapin ya entregó toda su documentación en el Senado, paso previo a la sesión de ratificación que debe validarlo o no al frente del Gobierno.
Luego deberá ser autorizado también por la Cámara de Diputados, en la que el jefe de Estado cuenta con la mayoría de los votos.
De ser aprobado, Lapin se convertiría en el tercer primer ministro desde que Moise llegó al poder en 2017 y debe enfrentarse a un complejo escenario sociopolítico y económico.
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