
El líder del ejecutivo sustituyó a Jean Henry Céant, tras su destitución por los diputados del cargo, y debió estar al frente del Gobierno solamente 30 días como establecen las disposiciones de la carta magna.
Ahora Lapin deberá formular un plan gubernamental, que tome en cuenta los enormes desafíos que enfrenta el país, como la creciente depreciación de la moneda nacional frente al dólar, la inflación de casi un 17 por ciento, disminución de la producción, el caso de Petrocaribe, y el alto costo de la vida, entre otros.
Especialistas apuntan que el también ministro de Cultura, tiene grandes probabilidades de ser ratificado en ambas cámaras, tras las recientes negociaciones del Gobierno con los diferentes partidos, integrantes de la sociedad civil y personalidades.
Una fuente cercana al Palacio Presidencial, confirmó en días recientes que las plataformas opositoras moderadas podrían alcanzar hasta siete plazas de ministerios en la formación del nuevo Gobierno.
Asimismo, señaló que solo dos ministros renunciantes podrían ser redesignados y los restantes 16 puestos estarán integrados por personalidades de una variedad de orígenes.
El mandatario, Jovenel Moise insiste en el diálogo nacional, como única vía para solucionar la crisis del país, y hasta el momento respondieron favorablemente el Sector Popular, el partido Ayisyen pou Ayiti, Grupo G50, Orientación Democrática para Haití y la Plataforma de los Trabajadores para la Reconstrucción de Haití.
También asistieron a las reuniones en el Palacio Nacional, miembros del Movimiento Cristiano para una Nueva Haití, y del partido Fusión Social Demócratas.
De ser ratificado, Lapin se convertiría en el tercer primer ministro desde que Moise llegó al poder en 2017 y debe enfrentarse a un complejo escenario sociopolítico y económico, marcado por una profunda inestabilidad.
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