Según Bodeau, la dimisión pretendía superar el punto muerto en que se encuentra la ratificación de Lapin, luego de la polémica por la composición del Gobierno, que renueva a ocho titulares de la administración de Jean Henry Céant.
Incluso unos 14 diputados firmaron una misiva criticando que cada integrante del bloque mayoritario recibiría unos 300 mil dólares y todos los salarios y gastos hasta el fin de su mandato.
También afirmaron que posteriormente integrarían misiones diplomáticas y consulares, o la administración pública, lo que negaron varios legisladores que llamaron a la calma.
Este lunes Jean Michel Moïse, diputado por el Noroeste de Haití, rechazó las afirmaciones de Bodeau, mientras que Jean Marie Florestal indicó que ningún documento oficial confirma tal opción.
De igual manera, Universal Motors, distribuidor exclusivo de la marca Nissan en Haití, negó que entregaría vehículos a quienes dimitieran.
A la crisis política por la validación del nuevo Gobierno, se une ahora los resultados de la investigación por la malversación de fondos públicos que acusan al presidente Jovenel Moise de integrar el esquema de corrupción.
De hecho, varios movimientos políticos anunciaron una manifestación para el domingo, que demandará la renuncia del gobernante.
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