Según el funcionario, una de los principales escollos es la falta de financiación de este programa vital, que precisa de casi 669 millones de dólares, de los cuales solo se han liberado unos 20 millones.
A finales de junio, el máximo directivo de la policía señaló la necesidad de dos helicópteros, 15 vehículos blindados para luchar contra los bandidos, igual número de camiones antimotines para gestionar mejor las manifestaciones callejeras, y cinco vehículos para el transporte de armas y municiones.
Aseguró que la policía ya demostró ‘que puede avanzar por sí sola’, pero que son necesarios el aporte de los medios pactados en el plan de desarrollo.
En el encuentro de este viernes, que reunió también a los miembros del Comité de Aplicación y Supervisión, formado por representantes de la ONU, la comunidad internacional, así como el Senado y los ministerios de Justicia, Finanzas, Interior y Planificación, se discutió además un proyecto de interconexión de las direcciones departamentales.
Serge Therriault, jefe del componente policial de la Misión de Naciones Unidas para la Justicia en Haití (Minujusth), subrayó que todos los bienes que se han fabricado no pueden conservarse si la PNH se ve privada de los recursos adecuados.
Asimismo, hizo un llamado a los donantes de la comunidad internacional para continuar apoyando al país con el fin de preservar su seguridad y estabilidad.
Cuando en octubre próximo llegue a su fin la Minujusth, será la primera vez en 15 años que la nación caribeña no contará con una misión de acompañamiento del organismo internacional.
La controvertida presencia armada de la ONU en Haití culmina en medio de elecciones legislativas previstas para ese mes, y que según analistas pueden exacerbar la inseguridad y la violencia en el país.
Mientras ya la policía aseguró estar lista para asumir el control de la nación, también reiteró la necesidad de solucionar la precariedad de los recursos para el éxito de los comicios.
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