
Después de un largo silencio, la embajada estadounidense divulgó un comunicado en el que urgió a las fuerzas políticas, económicas y civiles a emprender un diálogo ‘sin condiciones previas’ y constituir Gobierno funcional que sirva al pueblo y responda a las preocupaciones económicas y sociales.
La postura, en medio de la fuerte crisis sociopolítica que vive el país en el último mes, fue calificada de injerencista por varias plataformas, que recuerdan el papel intervencionista de Washington en los asuntos internos de la nación caribeña.
Durante más de 12 meses, y más particularmente en las últimas 7 semanas, el pueblo haitiano se ha levantado de norte a sur, de este a oeste, para exigir la renuncia incondicional del presidente Jovenel Moïse, dijo André Michel, portavoz del Sector.
Recordó que el mandatario fue implicado por el Tribunal de Cuentas en el despilfarro de miles de millones de dólares de fondos públicos, ‘la mayor operación de corrupción y malversación de fondos en la historia de la República de Haití y el Caribe’, apuntó.
Pidió, además, a la comunidad internacional retirar el apoyo a un jefe de Estado ‘rechazado por la población’ y reiteró el nuevo calendario de protestas antigubernamentales, que se iniciarán el domingo próximo en todo el país.
Este mes cientos de miles de personas se movilizan casi a diario en Haití, y critican al sistema de exclusión imperante, tras la dictadura de François y Jean Claude Duvalier (1957-1986), así como la aplicación de recetas neoliberales, que mantienen a más del 60 por ciento de la población por debajo de la línea de la pobreza.
Después de Sudáfrica, Haití es el segundo país más desigual del mundo, donde el 20 por ciento más rico posee el 64 por ciento de los ingresos, mientras que el 20 por ciento más pobre, tiene menos del uno por ciento.
Al reclamo de renuncia se unieron recientemente religiosos, estudiantes, maestros, artistas, asociaciones económicas, agrícolas, femeninas, juveniles, además de los tradicionales partidos opositores.
Moïse, que tiene cada vez menos aliados, insiste en mantener su puesto y recientemente señaló que los gobiernos de transición, como propone la oposición, no le hicieron bien al país.
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