Por Luis Brizuela Brínguez *
Sin embargo, fuentes familiarizadas con el tema -quienes solicitaron el anonimato- declararon a la cadena CBC News que muchas de las ideas expuestas por Ottawa no son consideradas por la ONU como prioridades operacionales, ni incluso necesarias.
En su lugar, esperan que la nación norteña pueda aportar hombres y equipos para su despliegue en escenarios críticos como Sudán del Sur, Mali y Haití.
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El año pasado, el primer ministro Justin Trudeau prometió unos 600 efectivos y 150 policías para los denominados cascos azules de la ONU.
Tras el compromiso en agosto de 2016, el Ministerio de Defensa efectuó varias misiones de investigación y elaboró opciones al respecto, pero hasta la fecha el Gobierno federal sigue sin adoptar una decisión definitiva.
Entre las causas para el retraso se encuentran las preocupaciones sobre los riesgos potenciales que implicarían tales operaciones.
La cumbre de mantenimiento de la paz que se efectuará en Vancouver el 14 y 15 de noviembre dará continuidad a la ocurrida en Londres el año pasado, y a la iniciativa impulsada en 2015 por la administración del expresidente estadounidense Barack Obama (2009-2017).
El cónclave que tuvo lugar a fines de septiembre de ese año en Nueva York, durante el 70 Período de Sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, buscó nuevos compromisos de los Estados miembros para apoyar las actuales y futuras operaciones de mantenimiento de la paz.
Pero algunos países se han mostrado reacios a participar en despliegues de alto riesgo debido a los costos humanos y políticos que suponen. ‘Ninguno de ellos quiere arriesgarse a perder un soldado’, dijo un funcionario de ONU, sin sugerir que este era el caso de Canadá.
En Vancouver deben darse cita unos 500 delegados de más de 70 países, incluidos unos 50 ministros de Defensa, así como organizaciones internacionales.
Se espera que representantes de la Unión Africana, la Unión Europea, la Organización del Tratado del Atlántico Norte y la Organización Internacional de la Francofonía discutan mejoras para las mencionadas operaciones, una preocupación de larga data en el organismo multilateral.
A las puertas del cónclave, Naciones Unidas no tiene claro el posible respaldo de Canadá. Sería muy incómodo para cualquiera organizar una reunión ministerial sobre mantenimiento de la paz sin haber hecho una propuesta concreta, dijo otro funcionario del organismo multilateral que habló con CBC News bajo condición de anonimato.
ALGUNAS PROPUESTAS DE LA CITA
La mayoría de esos detalles deben trascender en días previos o durante la cita donde se discutirá una iniciativa para prevenir el reclutamiento y empleo de menores de edad en conflictos armados.
Otro de los temas centrales será la paridad de género, el reconocimiento al papel de las mujeres en la construcción de la paz y la resolución de conflictos, al igual que las brechas en el completamiento de efectivos y equipamiento para las unidades de despliegue rápido, según un informe de la ONU.
La lista de prioridades para la cumbre de Vancouver incluye tres misiones donde existe una crítica falta de tropas y equipos especializados.
El organismo multilateral necesita específicamente una unidad de inteligencia, una compañía especializada en el desmantelamiento de bombas y helicópteros de transporte para Mali, un componente de fuerzas especiales y una compañía de transporte para Sudán del Sur y helicópteros para Haití.
También requiere más personal médico, ingenieros, mujeres cascos azules, tropas y agentes de policía francófonos, que son recursos militares con los que cuenta Canadá, destacó la fuente.
Funcionarios familiarizados con las conversaciones entre ambas partes explican que una de las propuestas de Ottawa ha sido el envío de un avión C-130 Hércules al centro logístico de la ONU en Entebbe, Uganda.
La aeronave militar podría utilizarse para ayudar a transportar personal y equipo hacia y desde misiones en Sudán del Sur, la República Democrática del Congo y posiblemente Somalia.
El gobierno de Trudeau también estudia el desarrollo de capacidades y acciones de capacitación para las fuerzas de paz a fin de contrarrestar la amenaza de los artefactos explosivos improvisados.
No obstante, la ONU parece menos entusiasmada con algunas otras opciones barajadas, como el envío de helicópteros para la misión en Haití.
La misma fuente refirió que una propuesta canadiense para reforzar la fuerza de respuesta rápida con vistas a la misión de la ONU en los Altos del Golán, territorio sirio ocupado por Israel, tampoco resulta prioritaria; pero serían bienvenidos efectivos para una unidad de infantería en la República Centroafricana.
En el caso de Mali, y según datos oficiales, allí se registra el mayor número de muertos de las actuales misiones de mantenimiento de paz, una creciente amenaza terrorista y un acuerdo de paz que intenta implementar el gobierno, lo que la convierte en una opción poco atractiva para quienes toman decisiones en Ottawa, argumentó un especialista en temas militares citado por CBC News.
Mahamat Saleh Annadif, jefe de la misión de estabilización de la ONU en esa nación del occidente africano, reconoció que daría la bienvenida con los brazos abiertos a las fuerzas de paz canadienses.
La contribución de Canadá podría implicar compromisos plurianuales y, en el caso de Mali, solo comenzaría en 2019 después de que Alemania y Jordania finalicen sus mandatos allí, puntualizó.
Una de las fuentes de la ONU aseguró que se le ha pedido a Canadá considerar la posibilidad de desplegar personal y equipos en Tombuctú. ‘Ya veremos. No sé si ese mensaje será escuchado o no’, aclaró.
En 2016, el ministro de Defensa Harjit Sajjan visitó la nación africana e incluso hubo rumores de que el próximo comandante de la fuerza de paz podría ser un canadiense, refirió el funcionario que se encontraba en Mali cuando ocurrieron las conversaciones entre las autoridades militares de ambos países.
No obstante, la participación del titular de Defensa en reuniones informativas de seguridad puede haber reforzado la renuencia al despliegue. Si Ottawa finalmente se compromete con la operación en Mali, la contribución podría incluir el despliegue de seis helicópteros Griffon y Chinook, abundó.
RESULTADOS DE LA CUMBRE EN DUDAS
Sin embargo, expertos militares y miembros de la comunidad diplomática han estado presionando por una participación más activa del país en el tema.
Documentos obtenidos y publicados por CBC News a mediados de 2016 mostraron que la ONU ha pedido reiteradamente a Canadá aportar efectivos para los cascos azules, capaces de desplegarse en zonas de conflicto.
Por separado, Francia y la Unión Europea también han requerido la ayuda de la nación norteña, pero las solicitudes se rechazan o siguen estando ‘bajo consideración’, contrastó la fuente.
Asegurar nuevas promesas de contribuciones para las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU ha sido un tema central en las conferencias de alto nivel, escribió en un informe a fines del año pasado el ministro de Defensa.
Alentar a otros países a inscribirse en el sistema de preparación y, en última instancia, aportar las tropas necesarias se consideran entre los resultados potencialmente deseados de la reunión ministerial en Vancouver, agregó Sajjan.
En la reunión del año pasado en Londres, el propio titular confirmó las intenciones de Ottawa de contribuir con más militares a dichas misiones de paz, pero sin comprometerlas a ninguna específica.
Tales antecedentes llevan a analistas a plantear dudas sobre los posibles resultados del venidero encuentro en la populosa urbe de la provincia de Columbia Británica.
La hipocresía de todo esto es que no hemos implementado nuestra promesa de Londres, y sin embargo estamos presionando a otros para que también hagan promesas y se revisen las existentes, sostuvo Walter Dorn, profesor de estudios de Defensa en el Real Colegio Militar, ubicado en Ontario.
Canadá no está liderando con el ejemplo, resumió Dorn.
*Periodista de la Redacción Norteamérica de Prensa Latina.
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