En mayo último, el director general de Presupuesto, Jean Michel Silin, confirmó que sin la aprobación de la política general del primer ministro Jean Michel Lapin, no se puede aspirar a contar con una Ley de Finanzas, pues el Gobierno tiene la prerrogativa de hacer modificaciones al proyecto.
Sin embargo, la validación de Lapin ya sufrió tres derrotas en el Parlamento, y la segunda sesión de la Asamblea Nacional que terminó abruptamente la víspera, no definió una fecha para para su realización.
Mientras se acerca el plazo definitivo, algunos economistas estiman que el Gobierno no podrá presentar una nueva Ley de Finanzas, pues los actuales ministros no cuentan con las prerrogativas para formular un proyecto.
Si esta situación continúa, el país se verá obligado a renovar el presupuesto rectificativo 2017-2018 en el ejercicio 2019-2020, aunque según señalan diversos actores de la vida nacional, no contemplará los desafíos de la crisis sociopolítica y económica del último año, así como el déficit del Estado.
En enero pasado, la Cámara de Diputados devolvió el presupuesto nacional al Ejecutivo, y lo instó a hacer las correcciones necesarias, para que el proyecto ley respondiera a las principales demandas de la población.
Desde esa fecha el Gobierno no ha presentado una nueva propuesta, y la profunda inestabilidad política de los últimos años, influye negativamente en la conformación del plan de gastos, y obliga a desestimar las previsiones y realizar erogaciones improvisadas, deploró Silin.
El presupuesto de este año ya sufrió dos reveses en el parlamento, aunque algunos economistas señalan que el Gobierno debe enfocarse en la Ley de Finanzas 2019-2020, que debe entrar en vigor el 1 de octubre.
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