Plataformas opositoras como el Sector Democrático y Popular anunciaron movilizaciones para este sábado, domingo y lunes, con el fin de exigir la salida del presidente Jovenel Moïse, la celebración de una Conferencia Nacional y el juicio contra los malversadores de los fondos públicos.
Incluso uno de sus activistas, Shiler Louidor, hizo un llamado de solidaridad entre los haitianos para compartir con aquellos que no pueden apertrecharse de todo durante esta nueva ronda de manifestaciones.
En febrero pasado esta misma estructura impulsó la operación Peyi Lok, que por más de 10 días paralizó a esta capital, además de otras ciudades, afectando los suministros de agua, combustible, electricidad, incluso insumos de los centros de salud.
Durante esas movilizaciones, varias compañías aéreas norteamericanas y canadienses suspendieron sus operaciones, y agencias en línea de turismo eliminaron a Haití de la lista de destinos.
Las nuevas protestas tendrán lugar un año después de la masiva manifestación de julio pasado, que cobró la vida de una veintena de personas y causó pérdidas millonarias por el incendio y saqueo de establecimientos comerciales, concesionarios, instituciones públicas, entre otras.
En ese momento, miles de haitianos salieron a las calles contra un alza de combustible que sumiría aún más en la pobreza a la población vulnerable.
Las manifestaciones también ocurren luego de una breve pausa de los movimientos populares que, en junio pasado, protagonizaron casi un mes de protestas en todo el país.
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