André Michel, portavoz del Sector Democrático y Popular, una de las más críticas plataformas contra el actual Gobierno, ya negó cualquier negociación y convivencia política con el jefe de Estado, y reiteró su implicación en el caso de malversación de fondos públicos.
Según Michel, no puede negociar con los desfalcadores del tesoro nacional, en un momento en que el pueblo exige su dimisión. Invitó, asimismo, a sus ‘amigos de la oposición a mantener sus líneas si quieren mantener su credibilidad’, según escribió en su cuenta en la red social Twitter.
Otros partidos como la Organización del Pueblo en Lucha apuestan por la realización de un diálogo con todos los sectores y la oposición, y la conformación de una masa crítica que pueda construir una alternativa tras la renuncia del presidente.
Moïse por su parte, no parece tener intenciones de abandonar el cargo, y según analistas en unas 24 horas logró la renuncia del primer ministro Jean Michel Lapin, y la aprobación de los líderes del Parlamento de un sustituto, por lo que puede estar avanzando en el camino correcto.
Fritz William Michel reemplazó al frente del Ejecutivo al exprimer ministro Jean Michel Lapin que se desempeñaba en el cargo desde el 21 de marzo, solo días después que la Cámara de Diputados destituyera a Jean Henry Céant, acusado de exacerbar la crisis sociopolítica y económica, así como mantener las discrepancias con el mandatario.
Ante sí tiene grandes desafíos como la estabilización de la profunda crisis económica, así como lograr aunar a varios sectores ahora discordantes en pos de lograr un avance del país.
Sin experiencia en la arena política, el primer ministro nombrado se desempeñó como jefe de gabinete del extitular de Economía y Finanzas, Jude Alix-Patrick Salomon, y fue director administrativo del Ministerio de Agricultura.
Hasta su nombramiento como jefe de Gobierno, estaba designado como responsable de la cartera de Planificación en el gabinete que no logró su ratificación.
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