Reportes de prensa aseguran que la comisión especial creada para analizar los documentos del primer ministro y su gabinete aún no entregó un informe conclusivo, pese a que el responsable del comité, Hermano Exinor, prometió terminarlo esta semana.
Exinor criticó ante la prensa las vicisitudes para recibir un informe del Tribunal Superior de Cuentas, que permita conocer los titulares que tuvieron a su cargo fondos públicos, así como la opinión de esta corte acerca de su gestión.
Otros integrantes las irregularidades de algunos con sus títulos de propiedad, y señalaron solo cuatro de los 18 propuestos cumplieron con sus obligaciones regulares de impuestos, el resto saldó sus cuentas poco antes de la nominación el 24 de julio pasado.
El martes último, diputados de la oposición solicitaron al presidente Bodeau la suspensión de la sesión de ratificación del primer ministro, pues este no recibió la aprobación de la gestión del periodo 2009-2011, cuando se desempeñó como titular de Contabilidad de la Dirección General de Presupuesto en la cartera de Hacienda.
Para los legisladores, en esta situación no es elegible para encabezar el Gobierno, según las disposiciones constitucionales.
La suspensión alarga aún más la legitimación del Gobierno, interino desde marzo pasado con la destitución de Jean Henry Céant, y en un momento en que la administración enfrenta el reinicio del curso escolar, la temporada ciclónica y la creciente inseguridad en las barriadas más desfavorecidas de la capital.
También está pendiente la aprobación del presupuesto nacional. Haití no cuenta con una Ley de Finanzas desde el ciclo fiscal 2017-2018, cuando el entonces primer ministro Jack Guy Lafontant presentó un ajuste de las finanzas públicas.
Para el economista Enomy Germain, la situación financiera del país es ”un verdadero coctel explosivo”, y auguró su agudización si se renueva el actual presupuesto.
La hiperinflación del 18 por ciento, la crisis humanitaria, la inseguridad alimentaria, bajo la cual viven casi 2,9 millones de personas, junto a la incertidumbre política, solo puede revertirse a través de una Ley de Finanzas adaptada a la realidad, para que funcione como herramienta de planificación económica por excelencia, subrayó.
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