
Sin embargo, estimó que las legítimas movilizaciones, han llevado al país a un perjudicial estancamiento económico, con la parálisis de instituciones recaudadoras de ingresos como las adunas y la Dirección General del Impuestos, aunque subrayó que el Gobierno intenta superar esta situación precaria que debilita la vida en la sociedad.
En el último mes se radicalizaron las protestas antigubernamentales, que piden la renuncia inmediata del presidente Jovenel Moïse, salpicado además en un supuesto caso de malversación de fondos públicos, según un informe del Tribunal Superior de Cuentas.
Los manifestantes critican también el bajo desarrollo económico y social del país, así como el poco acceso a servicios universales como la salud y la educación, y el desempleo que alcanza al 70 por ciento de la población.
De acuerdo con sectores opositores, la batalla en las calles es para un cambio de sistema que vele más por los intereses de la mayoría.
Varios actores económicos han mostrado su preocupación por la decadencia de las finanzas, que alcanzó cifras récords negativas en el pasado año fiscal, consideran expertos.
El economista Enomy Germain, aseguró que por primera vez en dos décadas la moneda nacional perdió el 30 por ciento de su valor en un año, al tiempo que cayó el poder adquisitivo de muchos ciudadanos.
También durante el ciclo 2018-2019 la inflación sobrepasó el 19 por ciento, un dato sin precedentes en el último decenio, y la mayoría de los productos básicos aumentaron su precio. Esto contribuyó al incremento del indicador, mientras en igual periodo de tiempo no se observó un alza en los salarios de los empleados.
Como si fuera poco, el 1 de octubre Haití abrió un nuevo año fiscal sin presupuesto nacional aprobado, por segunda vez consecutiva, por lo que operará con el de 2017-2018, que no se ajusta a las necesidades del país, aseveran analistas.
Pese a la compleja situación financiera, y el impacto de las protestas en sectores como la agricultura, educación, comercio y otros, el presidente Jovenel Moïse, sugirió recientemente que no renunciará.
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