
Allí sectores opositores depositarán una ofrenda floral, y realizarán la misma acción en el Champs de Mars, principal plaza pública del país, y situada muy cerca del Palacio Nacional.
Según anunciaron los organizadores, las protestas demandarán la renuncia del presidente haitiano Jovenel Moïse y su sustitución por una administración transitoria que permita un cambio en el sistema político.
Las protestas se intensificaron en el último mes, con el cierre de escuelas, comercios, administración pública y empresas, mientras millones de habitantes permanecen recluidos en sus hogares.
Pese a que se radicaliza el discurso en las calles y la oposición insiste en no dar un paso atrás, el presidente enfatizó que sería irresponsable la renuncia y señaló que los gobiernos de transición, como el que proponen los hostiles, no han hecho bien al país.
La oposición, por su parte, rechazó la nueva convocatoria a diálogo del mandatario, e insiste en su dimisión inmediata y sin condiciones previas, además creó una comisión de transferencia del poder para comenzar a perfilar el nuevo gobierno.
En los últimos meses, líderes opositores y movimientos progresistas llaman a un cambio estructural en Haití, enfocado en lograr el acceso de los casi 12 millones de habitantes a servicios básicos como la salud, educación, empleo, de los cuales hoy se beneficia solo una minoría.
Proponen, asimismo, la celebración de una Conferencia Nacional, y de un juicio contra malversadores del tesoro público, culpables del supuesto desfalco de más de cuatro mil 200 millones de dólares.
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