
Lo que Fidel quería es que los pueblo deprimidos tomen conciencia de su estado para que puedan desarrollarse, y puedan conformar su futuro, dijo el también integrante de a la plataforma Nou pap Domi (No dormiremos).
El expresidente cubano, sentía una especial admiración por el pueblo de Haití, primeros en liberarse de la esclavitud con una revolución que en 1804 igualó a los hombres y las mujeres, sin importar su raza.
En 1998, tras el paso del huracán George que segó la vida de cientos de personas, envió aquí un ejército de médicos, enfermeras y otro personal de salud, y posteriormente llegaron maestros, constructores, ingenieros, deportistas.
En la mayor de las Antillas, se graduaron como médicos y de otras especialidades más de mil 500 jóvenes haitianos, y aunque nunca pisó esta geografía, siempre expresó la deuda de gratitud con Haití, por representar el faro de la libertad en todo el continente.
En noviembre de 2016, tras los funerales del eterno Comandante, el entonces presidente Jocelerme Privet, manifestó que Fidel Castro llevaba el amor en su corazón por el pueblo haitiano, el modelo de cooperación que estableció con Haití está por encima de cualquier otra cooperación.
Lamentó, que con su partida no perdía solo el pueblo cubano, sino todos los pueblos del tercer mundo, y Haití pierde a un amigo a un hermano, sentenció entonces.
Privet, junto a amigos de Cuba, graduados en la isla e integrantes del cuerpo diplomático acreditado en la nación caribeña, recordaron este lunes la obra y vida de quien sería clave para la independencia y para la proyección de la solidaridad hacia todos los continentes.
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